Los vecinos de Altos de San Lorenzo denuncian que viven días de temor y abandono. En la calle 134, entre 84 y 86, una arteria clave para los estudiantes del colegio zonal de 137 y 85, el panorama es preocupante. Sobre la calle 85, los pastizales crecidos y el mal estado del camino dificultan el paso, convirtiéndolo en un lugar peligroso, especialmente de noche.

Los habitantes denuncian que durante la madrugada se escuchan gritos desesperados de personas pidiendo auxilio tras ser víctimas de robos. “Los delincuentes se esconden entre los pastos y atacan a los vecinos. Es tierra de nadie”, relató una residente del barrio.

La inseguridad no es nueva en la zona. De hecho, esta cuadra fue el escondite de uno de los asesinos de la pequeña Kim Gómez, la niña de 7 años cuyo caso impactó a nivel nacional. A esto se suma otro problema creciente: los delincuentes abandonan autos robados en el lugar y, tras desvalijarlos, los incendian, generando peligro y contaminación.

Pese a los reiterados reclamos presentados ante el delegado comunal, la situación sigue sin cambios. “Hemos pedido limpieza, arreglos y más seguridad, pero nadie nos escucha”, lamentó un vecino. La comunidad exige respuestas urgentes antes de que la violencia y el abandono cobren nuevas víctimas.