La Plata: fue acusado falsamente de abuso sexual, lo sobreseyeron y ahora busca revincularse con su hija
Tras cuatro años de sufrir las consecuencias de una grave imputación por abuso sexual agravado contra su hija menor de edad, Néstor Adrián Santiago fue finalmente sobreseído y la causa archivada por decisión de la Justicia.

El caso, que se originó en la ciudad de La Plata, fue impulsado por una denuncia que, según se determinó, carecía de pruebas y fue motivada por el interés de alejar al padre de su hija.
La denuncia había sido radicada en la Fiscalía N° 5 de La Plata, a cargo del fiscal Juan Menucci, quien luego de analizar las pruebas determinó que no existía sustento suficiente para sostener la acusación, lo que motivó el archivo de la causa. Paralelamente, el juez interviniente dispuso el sobreseimiento total de Santiago, quien ahora busca restablecer el vínculo con su hija tras años de distanciamiento forzado.
“Fueron años de dolor, ausencias y afecciones propias de vivir bajo una falsa acusación. Perdí tiempo irrecuperable con mi hija”, expresó Néstor, quien iniciará acciones legales contra la denunciante, P.B, por el presunto delito de falsa denuncia agravada.
El abogado defensor de Santiago, Lautaro Slpizer, fue destacado por su labor en el caso, logrando una resolución favorable tras años de trámite judicial. Slpizer es reconocido por su trayectoria en derecho penal y su intervención fue clave para desmontar la acusación infundada.
El caso reabre el debate sobre la necesidad de avanzar en normativas como la “Ley de la Falsa Denuncia”, que buscan sancionar con mayor severidad a quienes utilizan el sistema judicial de manera maliciosa. “Hay muchos padres como yo que fueron víctimas de denuncias sin sustento y quedaron alejados de sus hijos. Esto tiene que terminar”, señaló Santiago.
Según especialistas, los casos de falsas denuncias por abuso han mostrado un crecimiento preocupante en los últimos años, con el objetivo de cortar vínculos parentales, situación que genera daños irreparables tanto en los adultos acusados como en los niños involucrados.
Tanto Santiago como su abogado coincidieron en que el daño causado fue incalculable e irreparable, agregaron que ofrecieron innumerables pruebas para demostrar que la denunciante mentía en sus manifestaciones.