En los registros fílmicos aportados por damnificados, a los que tuvo acceso este medio, se observa a varios delincuentes jóvenes, encapuchados y con guantes, saltando rejas y paredones para ingresar a las viviendas. Los ataques, según relatan los vecinos, se producen tanto de día como de noche, generando una fuerte sensación de inseguridad en toda la zona.

“Ya no sabemos a qué hora nos pueden sorprender. La forma en que actúan, en grupos y con organización, nos deja totalmente expuestos”, comentó una de las víctimas, que prefirió resguardar su identidad por temor a represalias.

El barrio La Loma, tradicionalmente residencial y familiar, atraviesa momentos de tensión por el aumento de estos hechos. Los vecinos reclaman mayores medidas de prevención y patrullaje, al tiempo que organizan reuniones comunitarias para elevar un pedido conjunto a las autoridades municipales y policiales.

Algunos de los damnificados cuentan con el patrocinio del estudio jurídico L&R Abogados, que se encuentra trabajando en la representación legal de las víctimas, tanto en el acompañamiento en las denuncias como en la búsqueda de medidas judiciales que refuercen la seguridad y protejan los derechos de los afectados.

“Estamos frente a una modalidad violenta y cada vez más extendida. Es fundamental que el Estado brinde respuestas concretas, porque los vecinos no pueden seguir viviendo en esta situación de miedo constante”, señaló un vocero del estudio.

Mientras tanto, los videos aportados por los vecinos ponen en evidencia la forma de operar de las bandas, sumando pruebas a una investigación que recién comienza, pero que podría ser clave para dar con los responsables.