La Plata: a más de un mes, sigue sin aparecer la moto secuestrada por Control Urbano y el dueño reclama respuestas
A más de un mes del secuestro de su moto por parte de agentes de tránsito, Matías Nahuel Bernachea, un joven mecánico de Etcheverry, continúa sin recibir respuestas ni recuperar el vehículo que representa su principal herramienta de trabajo.

El hecho ocurrió el pasado 28 de abril durante un operativo vial en 66 y 151, Los Hornos, donde personal de Control Urbano y de la Policía demoró a Bernachea. Aunque presentó la cédula verde del rodado, no pudo exhibir la licencia ni el seguro porque su teléfono se había roto ese mismo día, impidiéndole acceder a la app “Mi Argentina”. A pesar de sus explicaciones, le secuestraron su moto Motomel CX250 blanca y negra, modelo 2016, patente 799GZC, y le labraron una infracción.
El joven pagó la multa al día siguiente y recibió el permiso para retirar su moto del Polo de Seguridad de 21 y 527, pero al presentarse en el lugar le informaron que no había personal para hacer la entrega. Volvió el 6 de mayo, acompañado por empleados del predio y una funcionaria municipal conocida como “Majo”.
Recorrieron las instalaciones intentando ubicar la moto, pero no apareció por ningún lado. Incluso intentaron activarla con el control remoto de la alarma, sin éxito.
La funcionaria le mostró un acta que certificaba el ingreso del rodado al predio el mismo 28 de abril a las 20:30, pero no existe registro de egreso alguno, ni documentación que indique su paradero actual.
Ante esta irregularidad, Bernachea presentó una denuncia penal en la Comisaría 11ª de La Plata, responsabilizando a Julio Martínez, encargado del predio, por la falta de respuestas y la desaparición del vehículo.
En las últimas horas, Bernachea contó que ninguna autoridad se comunicó con él, ni para dar explicaciones ni para ofrecer una solución. “Estoy esperando a que se comuniquen, cuando los llamo no me contestan”, dijo en diálogo con medios locales. Además, reveló que tuvo que pagar la multa, pero nunca le reintegraron el dinero, y el perjuicio económico que sufre es cada vez mayor.
“Nadie se hace cargo. Trabajo con esa moto, es mi herramienta diaria. Me pidieron los datos y después desaparecieron. No me solucionan nada”, reclamó.
El caso, que pone en la mira el funcionamiento de los operativos de tránsito y la gestión de los vehículos secuestrados, se encuentra bajo investigación. Mientras tanto, el joven se muestra abierto a hablar con otros medios y exige una pronta resolución.