Según testimonios, la morgue carece de heladeras suficientes para refrigerar los cuerpos, lo que lleva a apilarlos en el piso y dejarlos a temperatura ambiente. 

Esto genera condiciones insalubres que preocupan a sepultureros y familiares.

La familia de Roberto Ahumada, un jubilado de 85 años fallecido de muerte natural, denuncia demoras en la entrega del cuerpo. A 48 horas del fallecimiento, aún no han recibido el cuerpo, lo que agrava el dolor y la frustración.

"Es inaceptable que un trámite que debería ser sencillo y eficaz se convierta en un padecimiento para nosotros", expresó el nieto de Ahumada.

La situación genera preocupación y exige atención urgente de las autoridades para garantizar la dignidad y respeto a los difuntos y sus familiares.

Se desconoce si se han tomado medidas para abordar estos problemas. La comunidad espera una respuesta pronta y efectiva ya que no hay comunicacion oficial al respecto.