Mientras la Fiscalía sostiene la hipótesis de un incendio intencional provocado por Carrizo, que derivó en la muerte de Videla, su entorno familiar insiste con firmeza en su inocencia y denuncia una investigación sin pruebas concretas ni testigos presenciales que lo incriminen directamente.
 

“No es como dicen, que si sale libre será por el beneficio de la duda. No hay nada que lo comprometa directamente con el hecho que le imputan. Nos quitaron cinco años de su vida, de su presencia, y pedimos justicia. Queremos ir por la verdad”, señalaron familiares del acusado en declaraciones difundidas para visibilizar el caso.

Héctor Carrizo, de 65 años, se encuentra detenido desde 2020 por los hechos ocurridos el 27 de marzo de ese año, en una vivienda ubicada en 519 entre 184 y 185, en la zona oeste de La Plata. Según la acusación fiscal, ese día habría ejercido violencia física y psicológica sobre su pareja, amenazándola con prender fuego la vivienda, y tras sacar a los seis hijos que convivían con ellos, habría iniciado el incendio que le causó a Videla quemaduras en el 80% del cuerpo. La mujer falleció días después en el Hospital Alejandro Korn.

Sin embargo, desde la defensa y la familia del imputado aseguran que no existen elementos concluyentes para responsabilizar a Carrizo. Alegan que los testimonios que se presentaron durante el juicio –más de 30 según fuentes judiciales– no lograron establecer su autoría, y sostienen que existen testigos que ratifican su inocencia.

“El caso urge visibilizarse. Mi papá está detenido injustamente. No hay testigos presenciales, no hay pruebas que lo vinculen directamente. Necesitamos ayuda para que se sepa la verdad”, expresaron sus allegados.

El tribunal encargado de dictar sentencia está integrado por los jueces Emir Caputo Tártara, Andrés Vitali y Carolina Crispiani. La lectura del veredicto será el próximo martes, una jornada decisiva que marcará el cierre de un juicio seguido con atención por distintas organizaciones y sectores de la comunidad.

La expectativa es máxima, y el pedido de la familia Carrizo resuena con fuerza: “Justicia, no revancha. Queremos que se repare lo que sufrimos. Si hay algo que este juicio demostró, es que mi papá es inocente”.

El fallo podrá ser absolutorio o condenatorio, y será leído en una audiencia pública, en la que ambas partes esperan encontrar finalmente una respuesta judicial que ponga fin a cinco años de espera, dolor y reclamos por justicia.