Este jugador profesional iraní, que alcanzó la fama por su destreza en las mesas, no ha competido en un torneo en vivo desde su participación en el Main Event de las World Series of Poker (WSOP) 2019, donde finalizó en la posición 82. Incluso ha optado por dejar su trabajo como comentarista de las WSOP junto a Lon McEachern y Norman Chad. Tras más de dos décadas viajando por el mundo y jugando al poker al más alto nivel, Esfandiari ha decidido apartarse de los focos para centrarse en su vida familiar junto a su esposa Amal y sus tres hijos.

A pesar de haber reducido su actividad en el mundo del poker, Esfandiari no ha dejado completamente las mesas. Aunque su presencia en torneos en vivo es menos frecuente, aún se le puede ver participando en partidas de cash (efectivo), muchas de ellas transmitidas por prestigiosos programas de televisión en Estados Unidos, y compitiendo de forma regular en torneos multimesa (MTT) en las salas de poker online. En estos entornos virtuales, se encuentra con muchos aficionados que sueñan con seguir sus pasos y convertirse en jugadores profesionales de poker. Si tú también tienes este objetivo, te recomendamos esta web que es una marca internacional y cuenta con una amplia variedad de juegos de poker, incluidos Texas Hold'em, Omaha, series de poker online y torneos PKO, así como partidas con dinero en efectivo.

Aunque la ausencia de Esfandiari ha dejado un vacío en el mundo del poker profesional, su legado sigue resonando. El iraní no solo es uno de los jugadores más icónicos, sino también uno de los más exitosos en la historia del poker. Su ilustre carrera, con más de 27,8 millones de dólares en ganancias en torneos en vivo, lo posiciona en el puesto 30 de la lista de ganancias de todos los tiempos, según The Hendon Mob, la base de datos más grande de poker presencial. Sin embargo, antes de convertirse en un millonario del poker, Esfandiari trabajaba como mago profesional, fascinando al público con sus trucos y sus habilidades de prestidigitación. Estas habilidades que aprendió en el mundo de la magia jugaron un papel clave en su éxito en las mesas de poker.

Primeros años de vida

Antonio Esfandiari, cuyo nombre de nacimiento es Amir Esfandiary, nació el 8 de diciembre de 1978 en Teherán, la capital de Irán. Cuando tenía ocho años, su familia emigró a Estados Unidos, apenas un año después del fin de la guerra entre Irán e Irak. La adaptación no fue fácil: poco después de su llegada a San José, California, su madre decidió regresar a Irán, por lo que su padre, Bijan, tuvo que hacerse cargo de él y de su hermano menor, Pasha. Además, en aquella época había mucha hostilidad y racismo hacia los iraníes, en parte por la crisis de los rehenes que comenzó en la embajada estadounidense en Teherán en 1979, cuando un grupo de estudiantes iraníes tomaron como rehenes a 52 diplomáticos y ciudadanos estadounidenses durante 444 días.

A los 17 años, Amir Esfandiari decidió independizarse y comenzó a trabajar como camarero. Fue en ese momento cuando su vida dio un giro inesperado: mientras atendía mesas, presenció un truco de magia realizado por un barman. Quedó tan impresionado que fue directo a la tienda de magia más cercana para descubrir el secreto detrás de la ilusión. Aquella experiencia despertó en él una pasión inmediata por la magia. Empezó a incorporar trucos en su trabajo como camarero, lo que no solo le permitió mejorar sus habilidades, sino también recibir más propinas gracias al entretenimiento que ofrecía a los clientes. A los 19 años, decidió dedicarse por completo al mundo del ilusionismo y adoptó el nombre de Antonio Esfandiari, buscando integrarse más fácilmente en la cultura estadounidense mientras consolidaba su carrera como mago profesional.

El ascenso de Esfandiari en el mundo del poker

Mientras ganaba dinero haciendo magia, Esfandiari descubrió el poker gracias a su compañero de habitación, quien le regaló una copia del libro Winning Low Limit Hold'em de Lee Jones. El juego de cartas despertó en el iraní una profunda curiosidad. Tanto fue así que decidió dejar la magia de lado y dedicarse por completo a estudiar y practicar sin descanso, con el objetivo de convertirse en el mejor jugador de poker posible. Durante su carrera como mago profesional, Esfandiari desarrolló una notable habilidad para entender el comportamiento humano, lo que le permitió leer las señales de sus oponentes al hacer la transición al mundo del poker, comenzando a ganar partidas de manera constante.

La aventura de Esfandiari en el mundo del poker comenzó en 2002, cuando decidió participar en torneos en California y Las Vegas. En su primer año, logró un tercer puesto en el 3rd Annual 49'er Gold Rush Bonanza del World Poker Tour (WPT), lo que le valió un premio de 44.000 dólares. Al año siguiente, alcanzó la mesa final del torneo No-Limit Hold'em de 2.000 dólares de las WSOP de 2003, donde terminó en la quinta posición. Sin embargo, su gran éxito llegó en 2004, cuando se coronó campeón del prestigioso Los Angeles Poker Classic, obteniendo un premio de más de 1,3 millones de dólares y convirtiéndose en el jugador más joven en ganar un evento del WPT hasta ese momento.

Varios meses después, Esfandiari ganó su primer brazalete de oro de las WSOP y casi 185.000 dólares al terminar primero en el evento Pot Limit Hold'em de 2.000 dólares. Después de estos éxitos, el jugador iraní comenzó a aparecer regularmente en programas de televisión de poker, como High Stakes Poker de GSN, compitiendo con nombres conocidos como Phil Hellmuth, Doyle Brunson, Phil Ivey y Daniel Negreanu.

A lo largo de su carrera, Esfandiari ha conquistado tres brazaletes de las WSOP y dos títulos del WPT, destacándose entre los mejores jugadores de poker. Sin embargo, su mayor hazaña llegó con la victoria en el torneo inaugural Big One for One Drop de las WSOP, con un buy-in de un millón de dólares. En ese evento histórico, el jugador iraní superó se alzó con un premio de 18,3 millones de dólares, el mayor en la historia del poker en ese momento, eclipsando todos sus logros anteriores.