De acuerdo con el relato de los frentistas, este grupo “hace lo que quiere y se comporta como dueño de la calle”, generando ruidos molestos, peleas entre ellos y amenazas constantes hacia quienes viven en el barrio.

Uno de los testimonios recibidos señala que la violencia del grupo “viene aumentando gradualmente”, hasta que esta vez alcanzó directamente a dos hermanos residentes de la zona. Ambos aseguran haber sido amenazados y golpeados, y afirman contar con filmaciones tomadas desde una vivienda, donde se observa parte del ataque.

Los vecinos sostienen que la situación se repite domingo tras domingo, sin que haya controles municipales ni presencia policial suficiente para evitar las reuniones y los hechos delictivos. “Faltan controles. No aparece ningún patrullero y ellos se manejan como si la calle fuera de ellos”, expresó una de las víctimas.

Las familias de la zona piden mayor intervención de las autoridades y medidas urgentes para devolver la tranquilidad al barrio.