En el mensaje, los Mieres-Herrera agradecieron a familiares, amigos, vecinos y a la inmensa red de personas e instituciones que se acercaron o se manifestaron para acompañar este momento de duelo. 

El reconocimiento se extendió a compañeros de trabajo, alumnos, pacientes, colegas del Hospital San Martín de La Plata y de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP, a su coro “Lírica en Diagonal” y otros coros de la ciudad, a integrantes de la Brigada Sanitaria Ramona Medina, entre otros tantos.

También se destacaron los gestos recibidos desde distintos puntos del país, incluyendo mensajes de las municipalidades de Cutral Có, Plaza Huincul, Villa del Nahueve, y de diversas autoridades de la provincia de Buenos Aires y Neuquén. “A todos los que estuvieron presentes de una forma u otra, gracias”, expresaron en el texto.

La familia pidió a los medios de comunicación y a la sociedad en su conjunto que el caso de Pablo no quede en el olvido y que se acompañe el reclamo de justicia: “Hoy él necesita de nosotros que su recuerdo no se pierda y que seamos miles levantando la voz”.

“Todos los que conocieron a Pablo saben de su compromiso y lucha en las causas que consideraba justas, siendo apoyo incondicional en la mano que necesitaba ayuda”, remarcaron.

La causa

Pedro Pablo Mieres tenía 30 años. Era secretario de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata y vivía en la zona de calle 115 entre 46 y 47. Su cuerpo fue hallado sin vida el martes en su domicilio. La autopsia confirmó que murió por asfixia por ahorcamiento y recibió al menos dos golpes en la cabeza con un objeto contundente.

El informe forense, que ya está en manos de la Fiscalía N°3 de La Plata, señala que la muerte fue violenta. No se hallaron signos de ingreso forzado ni indicios de robo, aunque se constató la falta de su teléfono celular, un elemento que podría ser clave en la investigación.

En las últimas horas, declaró en sede judicial su pareja, un hombre de nacionalidad colombiana, cuya declaración está siendo analizada junto a otras líneas investigativas. La fiscalía, a cargo de Gonzalo Petit Bosnic, mantiene el caso bajo un estricto hermetismo.

Pablo era oriundo de Neuquén y estudiante avanzado de la Licenciatura en Biotecnología. Durante la pandemia, participó activamente en tareas sanitarias y solidarias. Era un joven muy querido, con un fuerte compromiso social y comunitario.

Desde la Facultad de Ciencias Exactas lo despidieron con profundo dolor: “Lo recordaremos siempre por su sonrisa generosa, su presencia cálida y su compromiso con un proyecto colectivo de universidad pública, inclusiva y solidaria”.