Lara Ferreyra: la voz dominicana que floreció artísticamente en La Plata
Lara Ferreyra, nacida en República Dominicana, se ha consolidado como una de las voces más destacadas dentro del circuito musical de La Plata. Su estilo combina ritmos caribeños como merengue y bachata con la cumbia y melodías populares argentinas, lo que le permite acercarse a públicos diversos y generar una propuesta festiva, alegre y cercana.

Su historia con Argentina comenzó en 2001, cuando viajó por primera vez impulsada por un motivo muy singular: conocer el “río marrón”, el Río de la Plata. Tras varios regresos a su país natal, finalmente decidió radicarse de manera definitiva en La Plata en 2008, ciudad que considera el lugar donde “nació artísticamente”.
La música llegó a su vida como un refugio en tiempos difíciles, especialmente tras la pérdida de su madre, y se transformó en un espacio de sanación y de construcción personal. En cada show transmite esa energía vital, que mezcla emoción y celebración.
Ferreyra se presenta con una banda estable de siete músicos, aunque también adapta su propuesta a formatos más íntimos. Es madre de dos hijos, Tiziana y Joaquín, y resalta que el acompañamiento de su pareja Agustín Darío Olmedo ha sido fundamental en el desarrollo de su carrera y en su vida cotidiana.
Su nombre comenzó a sonar con fuerza en escenarios locales, desde eventos comunitarios hasta festivales masivos. Uno de sus momentos más recordados fue su presentación frente a la Catedral de La Plata, donde logró convocar a un público amplio y variado. También ha representado a República Dominicana en encuentros latinoamericanos, reforzando su identidad de artista migrante.
En entrevistas, Lara subraya que ser artista independiente implica desafíos: la falta de oportunidades, la necesidad de hacerse visible y de sostenerse con constancia. Aun así, apuesta por continuar trabajando en proyectos propios y versiones que le permitan expandir su estilo.
Hoy sigue recorriendo escenarios de La Plata y la región, llevando su música a festivales, celebraciones sociales y actividades de la colectividad dominicana. Su objetivo inmediato es consolidar un repertorio original que exprese su identidad y llegue a más audiencias.
Lara Ferreyra encarna el cruce de raíces: nació en República Dominicana, pero floreció en La Plata, donde la comunidad la adoptó como propia. Su voz y su propuesta muestran que la música puede ser puente, celebración y también un camino de resiliencia.