Thiago Correa, el niño de 7 años que fue herido por una bala en la cabeza durante un tiroteo entre un policía y presuntos delincuentes en La Matanza, permanece con muerte cerebral, según confirmaron fuentes judiciales este jueves por la tarde.

El hecho ocurrió el miércoles por la noche cuando el pequeño esperaba el colectivo junto a su padre en una parada. En ese momento, un efectivo de la Policía Federal Argentina (PFA), que estaba vestido de civil, fue abordado por al menos cuatro hombres que intentaron asaltarlo. Según los investigadores, el oficial abrió fuego en 11 oportunidades para repeler la agresión.

Uno de los proyectiles impactó en la parte posterior del cráneo de Thiago. Los peritos creen que la bala pudo haber rebotado antes de alcanzarlo.

El niño fue trasladado en primera instancia al Hospital Balestrini, pero ante la gravedad de la lesión y la falta de neurocirujanos en ese centro, fue derivado al Hospital de Niños de San Justo, donde permanece internado en estado crítico.

“El oficial continúa detenido bajo la acusación de exceso en la legítima defensa”, informaron fuentes judiciales. En el enfrentamiento, dos de los presuntos asaltantes resultaron heridos (sin riesgo de vida), uno logró escapar y el cuarto, identificado como Brandon Corpus Antelo (18), fue abatido en el lugar.

En declaraciones a los medios, el padre del menor relató el dramático momento: “Estábamos esperando el colectivo. Escuché explosiones y pensé que eran motos. Cuando me di cuenta, mi hijo me dijo ‘Pa’ y después no volvió a hablar”.

La causa está en manos de la justicia de La Matanza, que continúa recolectando pruebas para determinar la responsabilidad del policía y las circunstancias exactas del episodio.