Según relató un testigo a este medio, al volante iba una joven en estado de ebriedad, acompañada por un hombre, también alcoholizado. “Me pasó por la izquierda, se cerró y casi me atropellan. Perdió el control, dio dos trompos, pegó contra los cordones y luego contra un árbol y una pared. Gracias a Dios no venía nadie caminando ni en bicicleta porque hubiera sido una tragedia”, sostuvo.

El impacto generó alarma en la cuadra, ya que el vehículo terminó destrozado sobre la vereda. Tras descender, la pareja se mostró desorientada y, según el testimonio, se reía pese a la gravedad de lo ocurrido. La joven, que se encontraba semi desnuda, pidió disculpas a su acompañante.

No hubo necesidad de asistencia médica ni se registraron heridos, pero los vecinos remarcaron la gran irresponsabilidad de los ocupantes del rodado, que dejaron el auto abandonado en el lugar del choque.

El episodio pudo haber terminado en una tragedia y reaviva las quejas de los vecinos por las maniobras temerarias y la circulación a alta velocidad en la zona.