Al frente de este espacio se encuentra Fidelina Báez, mujer paraguaya recientemente reconocida como migrante destacada. Con una profunda humildad y una empatía que la caracteriza, Fidelina no solo alimenta a quienes se acercan al comedor, sino que también brinda acompañamiento y escucha. Su compromiso la convirtió en una persona muy querida, tanto por los vecinos y vecinas del barrio como por sus compañeros de trabajo.

Durante la pandemia, cuando la situación social se volvió aún más crítica, La Casita Azul de San Jorge nunca cerró sus puertas: siguió cocinando para que cientos de personas pudieran tener un plato de comida en la mesa.

El comedor forma parte del Movimiento Mayo de La Plata y trabaja de manera articulada con el Piberío Barrial de Villa Alba, consolidándose como un espacio de encuentro, contención y construcción comunitaria.

Además de su tarea en el comedor, Fidelina es empleada de la Dirección de Integración Social de la Municipalidad de La Plata, donde continúa reforzando día a día su compromiso con la inclusión y la solidaridad. Incluso celebró su propio cumpleaños junto a los niños y niñas que asisten al comedor, compartiendo con ellos un momento especial que refleja su entrega y cercanía.

El ejemplo de Fidelina Báez demuestra que la entrega desinteresada, la empatía y el trabajo comunitario son pilares fundamentales para construir una sociedad más justa.